martes, 3 de enero de 2012

LOS GEMELOS

LOS GEMELOS

“El que guarda el mandamiento guarda su alma; más el que menosprecia sus caminos morirá”.
(Proverbios 19:16)
Hola mis niñ@s querid@s, les saludo muy contenta, y agradecida con Jesús, por permitirme una vez mas dirigirme a ustedes a través de éste espacio. Espero que nuestro buen Dios hoy, como cada día, nos instruya.
Bien comencemos. Te pregunto: ¿Has visto alguna ves un par de niños o niñas que son hermanitos, nacieron el mismo día, por eso tienen la misma edad, la misma estatura, a lo mejor el mismo cabello, ojos, color de piel, y tu los ves idénticos?, quizá conoces a un par de ellos, y probablemente te confundas quien es quien. A ell@s se les llaman GEMELOS.
Déjame contarte que por la gracia del Señor, yo, soy mama de un par de gemelitas preciosas. Es muy emocionante cuando a una mami el doctor le dice que va a tener un bebe, pero es muchísimo mas emocionante cuando le dicen que son dos, eso me pasó a mi. El día en que nos dijeron a mi esposo y a mi que seríamos papas de dos nenas, fue el día mas inolvidable, yo, pues entre sonrisas y llanto dije: ¡Esto será emocionante!, pues no imaginaba como sería sentir en mi pancita a dos criaturas moverse al mismo tiempo. Así pasaron los meses hasta que las pude conocer, realmente el Señor nos da obsequios maravillosos sin merecerlos, allí estaban mis dos princesas, bellas y saludables, gracias a Dios. Hoy sueño con que sean mujeres de bien, y sirvan a su creador al igual que sus otros dos hermanitos, y sé que así será.
Hace poco me encontraba leyendo la Biblia, ¿y saben con que historia me encontré? Pues con la de un par de gemelos, sus nombres Jacob y Esaú, ¿conoces la historia? Esta se encuentra en Génesis Capitulo 25.
Allí podrás leer que hubo un hombre llamado Isaac, éste estaba casado desde hace 20 años con una mujer llamada Rebeca, ellos nunca habían podido tener hijos, sin embargo Dios en su misericordia respondió a las oraciones de Isaac y permitió que Rebeca pudiera quedar embarazada.
La narración cuenta que desde que ella supo que tenía dos niños dentro una lucha empezó en su vientre y llegó a ser tan fuerte que ella tuvo que ir y contárselo al Señor, pues estaba preocupada. El Señor le dijo que eso se debía por que ella tenía a los representantes de dos pueblos dentro. Uno sería más fuerte que el otro, y que el mayor serviría al menor.
Esaú nació primero. Su nombre fue ese por que dice la escritura que su piel era casi roja, además era rubio y muy velludo. Su hermano gemelo nació después, y algo curioso que menciona el relato es que Jacob nació con su mano agarrando el calcañar de Esaú. El nombre “Jacob” no era un nombre tan elegante que digamos, ¿sabes por que? Por que viene de la palabra griega que significa “engañar”. El nombre de Jacob fue, como anticipar que él sería un engañador, sin embargo y a pesar de todo Jacob llego a ser un hombre muy entregado a Dios.
Esaú llegó a ser un hombre a quien le gustaba mucho el campo y era muy buen cazador, Jacob, por el contrario, era un hombre a quien le gustaba quedarse en el campamento, en su casa.
 Cierto día Jacob estaba preparando una comida deliciosa, cuando Esaú regresaba del campo, muy cansado, y muy hambriento, le dijo a Jacob: “Por favor, dame a comer de ese guiso, pues estoy muy cansado”. Y Jacob que era muy listo, le respondió: “Véndeme primero tu primogenitura”. Ser el primogénito, es ser el que nació primero, por ejemplo si tu tienes dos hermanos mas, pero tu naciste primero, tu eres el mayor, es decir, el primogénito…ok, continuemos, después de la petición de Jacob que le otorgara el titulo de primogénito Esaú dijo: “He aquí que yo me voy a morir; ¿de qué, pues, me servirá la primogenitura? Dijo Jacob: ¡Júramelo ahora! El se lo juró y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y de la comida deliciosa que había preparado. El comió y bebió, y levantándose, se fue. Así menospreció Esaú su primogenitura, es decir que el, desprecio todo el derecho que tenia de recibir las bendiciones que le correspondían por ser  el primer hijo Esaú definitivamente no le dio ninguna importancia al hecho de ser el primer hijo, lo cual en aquel tiempo era una gran bendición.
Sabes, muchos en esta vida se han comportado como Esaú, Dios les ha dado una bendición maravillosa. Cuando nosotros abrimos nuestro corazón a Dios y permitimos que el more en nosotros, cuando le aceptamos como nuestro Salvador y Señor, Él nos entrega una gran bendición, y es la salvación de nuestra alma, un obsequio que debemos apreciar, y agradecerle siempre al Señor, sin embargo muchos prefieren despreciar esa bendición a cambio de lo que el mundo muchas veces nos ofrece, cambiamos el regalo maravilloso que Dios nos dio, por cosas sin valor y que además solo nos alejan de la presencia de nuestro Padre Celestial.
Jacob conocía muy bien todas las ventajas que su hermano mayor tendría por ser el primogénito, astutamente le quitó ese derecho, y mira que fácil lo hizo, todo, por un plato de comida.

¿Por qué cambiarías tú el regalo maravilloso que Dios te ha otorgado?

Niñ@s, no hay nada que pueda tener el valor que posee la salvación que Jesús nos otorgó al morir por nosotros en la cruz. Satanás lo sabe perfectamente y de una manera astuta hará hasta lo imposible para que tú, desprecies tremendo regalo, no lo escuches, no le hagas caso, y no olvides que el Señor está contigo, es El quien te dará la fortaleza para continuar viviendo para El.

RECUERDA: Cuida, ama, y agradécele al Señor todos los días por tu salvación.

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